Tumor Cerebral: Dieta y Alimentación
La consulta de nutrición para personas con tumores en el sistema nervioso central es fundamental para que el paciente alcance un estado nutricional y de salud más óptimo, mantenga el peso durante los tratamientos (especialmente durante las sesiones de radioterapia) y aprenda a adaptar su dieta a los diferentes síntomas o efectos secundarios de los tratamientos que pueden aparecer durante el proceso oncológico con el fin de asegurar una alimentación suficiente.
Qué es el Sistema Nervioso Central (SNC) y cómo le afectan los tumores
El sistema nervioso central (SNC) está formado por el encéfalo y la médula espinal, que son estructuras que controlan las diversas funciones del organismo. Este tipo de tumores también se conocen más asiduamente como tumores cerebrales, pero realmente los tumores pueden aparecer en otras partes del SNC.
Hablamos de tumores del SNC cuando existe un crecimiento descontrolado de las células de los tejidos de las dos estructuras mencionadas anteriormente. Los tumores en ambas zonas pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos), pero ambos pueden causar signos y síntomas, por lo que deben recibir tratamiento.
El motivo por el que los pacientes con tumores benignos en el SNC o cerebrales reciben tratamiento es porque estos pueden crecer igualmente y provocar síntomas al generar presión sobre el cerebro al estar encerrado dentro del cráneo. De esta forma, un tumor benigno puede causar síntomas e incluso ser potencialmente graves, por lo que será necesario que el paciente reciba un adecuado tratamiento que frene esta presión ejercida por el tumor (cirugía, radioterapia…).

Partes más afectadas del Sistema Nervioso Central
Los tumores en el SNC pueden darse en todas las regiones, pero suele ser más frecuente en el cerebro, médula espinal, las meninges y los nervios craneales. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los tumores más frecuentes del SNC son las metástasis de tumores primarios como los de mama, pulmón o melanoma, los astrocitomas (en concreto los glioblastomas) y los meningiomas.
En cuanto a factores de riesgo nutricionales, se ha visto que el consumo de alimentos que contienen compuestos de N-nitrosos puede vincularse con el desarrollo de tumores cerebrales, particularmente gliomas.
Síntomas del tumor cerebral
Los síntomas que pueden darse al desarrollar un tumor cerebral va a depender de la localización y su tamaño. Las partes del cerebro en las que puede haber un tumor son: lóbulo frontal, lóbulo temporal, lóbulo parietal, lóbulo occipital, cerebelo y tronco encefálico.
Por tanto, un tumor en el lóbulo frontal, que es la parte que se encarga de regular la memoria y el lenguaje, quizás produzca síntomas como alteraciones en la memoria o el lenguaje. Por otro lado, cabe mencionar que los tumores cerebrales pueden ocasionar un aumento de presión dentro del cráneo por diversas causas y este hecho también puede ser la causa de los síntomas.
No obstante, también hay síntomas que se pueden considerarse generales como dolores de cabeza, náuseas y/o vómitos sin razón que los explique, dificultades en mantener el equilibrio o moverse, alteraciones en los sentidos (vista, audición, habla…) cambios en el comportamiento o personalidad… entre otros.
Como ayuda la alimentación a los pacientes con tumor cerebral
Hay diversos factores que pueden afectar a la correcta nutrición de una persona con un tumor del SNC, aunque todo dependerá de la localización del tumor.
Por un lado, el paciente puede padecer signos y/o síntomas debido a la presencia del tumor que dificulten la ingesta y/o la absorción de nutrientes como las náuseas y los vómitos, o tener dificultades para masticar o mover la boca.
Por otro lado, los tratamientos (cirugía, radioterapia, quimioterapia…) y sus efectos secundarios también puede suponer al paciente un impedimento para alimentarse adecuadamente, como por ejemplo presentar disfagia (dificultad para tragar), perder el apetito… todo ello dependiendo del tratamiento pautado.
Además, si el paciente debe someterse a un tratamiento de radioterapia será muy importante que logre mantener el mismo peso durante las semanas de tratamiento, puesto que se le diseñará una máscara a medida para irradiar la zona de forma precisa y, por este motivo, se deben evitar subidas y bajadas de peso para garantizar esa precisión.
Si la composición corporal debe optimizarse, por ejemplo, reducir grasa y aumentar masa muscular, debe hacerse de forma pautada por un dietista-nutricionista para garantizar que se logra sin que se encuentren cambios significativos de peso.
En resumen, el tratamiento nutricional para pacientes con tumores del SNC va a permitirles alcanzar un estado nutricional y de salud más óptimo, corregir deficiencias nutricionales, mantener el peso durante los tratamientos con radioterapia, manejar las posibles complicaciones de los tratamientos (disfagia, náuseas y vómitos, pérdida de apetito…) y garantizar una adecuada alimentación y tranquilidad a la hora de comer.
Alimentos a reducir debido a los tumores del SNC
En términos generales, hay alimentos y bebidas que debes evitar o reducir su consumo porque empeoran la calidad nutricional de tu dieta: bebidas alcohólicas, refrescos azucarados y zumos industriales con azúcares añadidos, bollería y pastelería industrial o casera con adición de azúcar, alimentos ultraprocesados (snacks fritos y salados, galletas, preparaciones chocolateadas con azúcar, platos precocinados y/o congelados, frituras…) y grasas de mala calidad (aceites de semillas refinados, grasas trans…).
Por otro lado, según los síntomas o efectos secundarios de los tratamientos que presentes es posible que debas evitar ciertos alimentos específicos. Por ejemplo, si tienes disfagia a sólidos tendrás que evitar platos con alimentos sólidos y enteros y deberás triturarlos. Contrariamente, si presentas disfagia a líquidos tendrás que espesar los alimentos y lograr texturas que sean seguras (con ayuda profesional sanitaria).
Si presentas náuseas y vómitos tendrás que hacer dieta blanda y evitar ciertos alimentos que perpetúen el síntoma (exceso de fibra, grasa en grandes cantidades…). Todo esto se valorará individualmente en una consulta y se diseñarán unas pautas personalizadas.
Dieta cetogénica y tumor cerebral
La dieta cetogénica se caracteriza por ser baja en hidratos de carbono (menos de 50g al día), moderada en proteínas y ricas en grasa. El seguimiento de este tipo de dieta puede producir ciertos beneficios en el paciente debido a adaptaciones que ocurren en su organismo (mejorar los niveles de glucosa en sangre, estabilizar los de insulina, reducir la inflamación, entre otros).
En el caso de pacientes con tumores en el SNC o cerebrales, especialmente glioblastomas, hay estudios científicos que han señalado que mantener una dieta cetogénica podría aumentar la sensibilidad de las células tumorales a los tratamientos como la quimioterapia, reducir la toxicidad de los tratamientos y, por tanto, que haya menos efectos secundarios y una mayor calidad de vida.
Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que seguir una dieta cetogénica no es fácil y requiere que esté pautada y supervisada por un/a dietista-nutricionista que garantice que el paciente obtiene todos los nutrientes y la energía que necesita, ya que si no se realiza correctamente es posible que haya riesgo de desnutrición.
Además, hay pacientes con tumores cerebrales que no deben seguir dietas altas en grasa porque también conviven con otras condiciones que las contraindican (afectación del páncreas o el hígado, saciedad precoz, malabsorción de grasas…). Por estos motivos es muy importante que NO empieces dietas que restrinjan alimentos o grupos de alimentos por tu propia cuenta, ya que puede ser perjudicial para ti si no lo haces correctamente.
En resumen, a pesar de que haya estudios científicos que sugieran que los pacientes con tumores cerebrales o del SNC puedan beneficiarse de seguir dietas bajas en carbohidratos o cetogénicas.
NO es recomendable que lo hagan por su propia cuenta sin haber sido valorados previamente por un/a dietista-nutricionista. El profesional será quien, tras haber estudiado tu caso, te recomiende seguir una estrategia dietética u otra y, por supuesto, siempre informando al equipo médico que lleva tu tratamiento y priorizando tu salud.

Ejemplo de comidas en la dieta por los tumores del SNC
Debes tener en cuenta que NO está personalizado ni adaptado a ningún tipo de sintomatología (disfagia, vómitos, diarrea…). Si presentas algún síntoma específico, no sigas menús generales.
Recuerda siempre que cada paciente necesita una atención individualizada y lo que es saludable para unos puede no serlo para otros.
Desayuno: Yogur o queso fresco batido con copos de avena, plátano, arándanos y nueces.
Comida: Puré de garbanzos con verduras asadas + lubina al papillote con limón
Merienda: Tostada integral con aguacate, huevo duro o revuelto y tomate rallado + Infusión
Cena: Salteado de pollo, brócoli, zanahoria y pimiento + boniato al horno con especias
Resopón: batido de yogur o queso batido, manzana asada, crema de cacahuete y canela
Si presentas disfagia a líquidos, sólidos o ambas texturas tendrás que recibir asesoramiento profesional para identificar las texturas que son seguras para ti y proporcionarte las herramientas para que sepas adaptar tus platos a dichas consistencias.
*Otros tipos de cáncer que trato mediante la nutrición oncológica: Cáncer de próstata, Cáncer de Colon, Cáncer de Estómago, Cáncer de Cabeza y Cuello, Cáncer de Ovario, Cáncer de Hígado, Cáncer de Páncreas, Cáncer de Mama y Cáncer de pulmón

Dietista Nutricionista, especializada en: Nutrición Oncológica, Nutrición Clínica y endocrinología y Pérdida/ganancia de peso
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