Dieta para alergias e intolerancias
Cuando una persona recibe el diagnóstico de una alergia o intolerancia alimentaria, debe acudir a un/a dietista-nutricionista para que le diseñe de forma totalmente individualizada un régimen alimenticio para alergias o intolerancias que garantice la seguridad alimentaria del paciente, un óptimo estado nutricional y satisfacer todas sus necesidades energéticas y nutricionales.
Además, un dietista-nutricionista puede ayudarte a mantener el apetito y placer por tu alimentación a pesar de las restricciones alimentarias necesarias por la alergia o intolerancia.
Alergias e intolerancias alimentarias comunes
Existen algunas alergias e intolerancias alimentarias comunes y más conocidas. A continuación, te enumeraré algunas de ellas:
- En cuanto a alergias, las más comunes son a la leche, pescado o marisco, frutos secos, legumbres y cereales con gluten. Además, se conocen 14 alérgenos principales y de obligada declaración: el gluten, crustáceos, pescados, moluscos, huevos, cacahuetes, soja, altramuces, lácteos, frutos secos con cáscara, sésamo, mostaza, apio y sulfitos (presentes en bebidas o procesados).
- Las intolerancias alimentarias más conocidas son la intolerancia a la lactosa (azúcar de la leche), a la fructosa (tipo de azúcar presente en determinados alimentos), sorbitol u otros polialcoholes, histamina (sustancia química presente en determinados alimentos), glutamato monosódico (aditivo alimentario presente en alimentos ultraprocesados), etc.
También existe la sensibilidad al gluten no celíaca o ‘síndrome de la intolerancia al gluten o trigo’, que difiere de la celiaquía (que es una alergia al gluten).
Si sospechas que puedes tener una alergia o intolerancia alimentaria, es importante hablar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y acudir a un dietista-nutricionista para que pueda diseñarte un régimen alimenticio para alergias o intolerancias personalizado que garantice tu adecuada nutrición.

Cómo identificar alergias e intolerancias alimentarias
Síntomas comunes
Los síntomas más comunes de las alergias son el picor y enrojecimiento de la piel, urticaria, sarpullido, picazón en la boca o en el canal auditivo, dificultad para respirar, náuseas y vómitos, dolor estomacal, diarrea, hinchazón, hipotensión, anafilaxia y shock anafiláctico.
En cambio, los síntomas de las intolerancias alimentarias suelen ser digestivas y pueden ser dolor abdominal, hinchazón, diarrea, estreñimiento, gases o flatulencias, calambres abdominales y otros síntomas gastrointestinales.
Pruebas diagnósticas
Es fundamental consultar a un médico o especialista para obtener un diagnóstico adecuado. Muchas personas tienden a autodiagnosticarse alergias o intolerancias sin realizarse ninguna prueba médica fiable. Esto puede llevar a que eliminen muchos alimentos sin realmente necesitarlo y que, de esta forma, su dieta se empobrezca considerablemente.
Para el diagnóstico de una alergia tiene que haber una sospecha real de alergia y hay diversos tipos de test: pruebas cutáneas como el prick-test, pruebas de provocación que puede ser oral o a través de órganos sensibles (ojos, nariz, inhalación…), o pruebas sanguíneas en las que se miden anticuerpos, mediadores de una respuesta alérgica o la respuesta de las células sanguíneas.
Por otro lado, las intolerancias deben ser también valoradas por un profesional sanitario y debe descartar que los síntomas se deban a otras causas.
Normalmente se diagnostican mediante una historia clínica y pruebas como el test de hidrógeno, test sanguíneo o genéticos.
Las pruebas para alergias e intolerancias pueden incluir pruebas cutáneas, análisis de sangre y pruebas de eliminación. Como nutricionista clínica que trata alergias e intolerancias puedo guiarte en el proceso de identificar y eliminar los alimentos problemáticos de tu dieta.
Diferencias entre alergia e intolerancia
Tanto la alergia como la intolerancia alimentaria son respuestas adversas del cuerpo a ciertos alimentos, pero hay diferencias significativas entre ellas.
- Una alergia alimentaria es una respuesta inmunológica exagerada del cuerpo a una sustancia presente en los alimentos y que el cuerpo percibe como una amenaza.
Las alergias alimentarias pueden causar una amplia gama de síntomas, que pueden variar desde leves a graves e incluso poner en peligro la vida. Las reacciones alérgicas pueden ocurrir minutos o incluso horas después de la exposición al alimento, y la cantidad de alimento necesario para causar una reacción puede ser muy pequeña. - Por otro lado, la intolerancia alimentaria es una reacción negativa del cuerpo a ciertos alimentos que no están relacionados con el sistema inmunológico.
Las intolerancias alimentarias se deben a una incapacidad del cuerpo para digerir o absorber ciertos nutrientes presentes en los alimentos. A diferencia de las alergias alimentarias, los síntomas de la intolerancia alimentaria son generalmente leves y no ponen en peligro la vida. La cantidad de alimento necesaria para causar una reacción puede ser mayor que en las alergias alimentarias.
La principal diferencia entre una alergia alimentaria y una intolerancia alimentaria es que la alergia alimentaria es una reacción inmunológica que puede ser grave y poner en peligro la vida, mientras que la intolerancia alimentaria es una respuesta negativa del cuerpo a ciertos alimentos que no están relacionados con el sistema inmunológico y generalmente causa síntomas leves.
Es importante identificar correctamente si se trata de una alergia o una intolerancia alimentaria para poder evitar el alimento en cuestión y tratar los síntomas de manera adecuada.
Planificando una dieta adecuada
Como nutricionista te ayudaré a diseñar un plan de alimentación adecuado para tus necesidades, asegurándome de que obtengas todos los nutrientes necesarios para mantenerte saludable. Algunos aspectos clave a tener en cuenta:
Alternativa a los lácteos
Los lácteos nos aportan principalmente proteína, calcio, vitamina D, vitamina A, fósforo y probióticos si son lácteos fermentados. Este grupo de alimento se puede sustituir por versiones vegetales (soja, almendra, avellana…) o simplemente completando tu dieta con otros alimentos que aporten los mismos nutrientes (ej. sardinas o vegetales de hoja verde para el calcio, zanahoria para la vitamina A…).
Alternativas al gluten
El gluten es una proteína presente en algunos cereales como el trigo, centeno, cebada, espelta, cuscús, kamut y bulgur. Puedes sustituir estos cereales por otros sin gluten como arroz, maíz, mijo, trigo sarraceno, quinoa… y sus derivados.
Fuentes de proteínas y grasas saludables
Las proteínas las puedes obtener de alimentos de origen animal como los huevos, carne, pescado, mariscos y lácteos o de origen vegetal como las legumbres, frutos secos y semillas. Dependiendo a qué seas alérgico o intolerante tendrás que enriquecer tu dieta con otras fuentes proteicas para garantizar tus necesidades.
Por otro lado, las grasas alimentarias más saludables son el aceite de oliva virgen extra, el aguacate, los frutos secos o semillas y pescados azules. Si no tienes alergia a estos alimentos te recomiendo que garantices su consumo. En el caso de que sí tengas alergias, que puedas incorporar fuentes de grasa saludable alternativas que sí toleres.

Dieta de exclusión/eliminación
Una dieta de eliminación es una estrategia dietética-nutricional que se utiliza para identificar los alimentos que pueden estar causando síntomas de intolerancias o alergias alimentarias.
La dieta de exclusión implica eliminar temporalmente ciertos alimentos de la dieta y luego reintroducirlos cuidadosamente para evaluar si se producen síntomas.
El objetivo de una dieta de eliminación es identificar los alimentos específicos que pueden estar causando síntomas o reacciones adversas.
Esta dieta o estrategia debe personalizarse para cada persona en función de sus síntomas, historia clínica, gustos y preferencias. Los alimentos que se eliminan de la dieta suelen ser aquellos comúnmente asociados con intolerancias alimentarias o alergias, como la leche, el trigo, la soja, los frutos secos, el pescado, los mariscos y los huevos.
Una vez eliminados los alimentos durante un período de tiempo prudente, que generalmente (y de forma recomendada) es de unas pocas semanas, se reintroducen cuidadosa y progresivamente en la dieta y se observan los síntomas para valorar y medir la respuesta del cuerpo al alimento.
Si se producen nuevamente síntomas, esto puede indicar una alergia o intolerancia al alimento reintroducido. Cabe mencionar que, si se diagnostica firmemente una alergia a un alimento, la exclusión SÍ debe ser para toda la vida, al contrario que en las intolerancias.
Es importante recalcar que la dieta de eliminación debe estar diseñada y supervisada por un dietista-nutricionista titulado y colegiado, para asegurarse de que sea adecuada y equilibrada nutricionalmente, se debe garantizar que se esta realizando adecuadamente y de manera segura.
La dieta de eliminación no se debe seguir de manera indefinida porque puede resultar en deficiencias nutricionales y otros problemas de salud si se siguen por mucho tiempo (salvo en el caso de las alergias o intolerancias más graves, que en este caso habrá que reorganizar la dieta para que la persona obtenga los nutrientes de otros alimentos).

Dietista Nutricionista, especializada en: Nutrición Oncológica, Nutrición Clínica y endocrinología y Pérdida/ganancia de peso
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